miércoles, 15 de junio de 2011

Por primera vez le entregaron un DNI argentino a un kelper


15/06/11


Su padre peleó contra los argentinos en 1982. Ayer, participó de un acto con la Presidenta.

En la isla, los que pensaban como él se contaban con los dedos de la mano. No abundan en Malvinas los kelpers que tengan afecto por Argentina. Pero lo de James Peck fue mucho más lejos. Ayer, pudo ratificar ese cariño y se convirtió en el primer isleño en tener un DNI que lo acredita como ciudadano argentino. Y como eso no es algo que ocurra todos los días, fue la presidenta Cristina Fernández quien se lo entregó en persona en la Casa de Gobierno.

Emocionado y orgulloso, con el DNI en la mano, Peck confesó: “Me pasaron muchas cosas por la cabeza, mi vida está acá, con mis chicos y mis amigos”.

James Peck nació en Puerto Argentino en 1968. Es la cuarta generación de kelpers, llegados a la isla desde Norkfolk, al este de Inglaterra. La guerra de Malvinas lo sorprendió con un papá, Terry, combatiendo en la histórica batalla de Monte Longdon, en la que las tropas argentinas fueron destrozadas por las inglesas. Pero a medida que crecía James, cuyo padre era jefe de Policía y espía de los soldados que llegaban de Argentina, comenzó a entender que los odios poco tenían que ver con él. Y que esos “intrusos” de enfrente no eran tan malos como le decían.

Peck, artista plástico, fue ayer uno de los invitados del acto con el que la Presidenta recordó los 29 años del fin de la guerra. Los otros protagonistas fueron los padres de Roberto Fiorito, piloto que murió en combate y con cuyo nombre fue bautizado el helipuerto de la Casa Rosada. “No te preocupes James, los que caen luchando por lo que creen, por lo que defienden y por su bandera merecen honor y recuerdo cualquiera sea el lado del que hayan caído”, dijo Cristina.

La historia de James y la Argentina comenzó de pequeño. Su madre, ya separada, se puso de novia con un empleado de YPF que vivía en la isla hasta antes de la guerra. Después, fue el propio James el que se enamoró de una de las poquísimas argentinas de Puerto Argentino –después del conflicto apenas quedaron unos treinta–.

El año pasado, en un reportaje con Clarín , Peck contó lo que fueron aquellos años de convivencia con el novio argentino de su madre: “Trajo mucha alegría a la casa. Tan acostumbrados a la frialdad de las islas, me acuerdo que eran días festivos, que comíamos pizza, que había reuniones seguidas en la casa”.

Poco a poco, James comenzó a convertirse en una rareza. No sólo tenía simpatía por los “argies”, sino que además había decidido ganarse la vida como artista plástico en un lugar donde no abundan ni argentinos ni galerías de arte. En varios reportajes, James habló de las “represalias” que sufrió en Malvinas por oponerse a la guerra y por sentirse cercano al “enemigo”. Así, James decidió radicarse en Buenos Aires, donde ahora –ya separado– viven también sus dos hijos.

Entonces, el DNI argentino no hizo más que pasar en limpio esa historia con el “continente”.

Andrés Federman, jefe de prensa de la Embajada Británica, le bajó la connotación política al hecho y le dijo a Clarín que “es una decisión individual de James Peck, no podemos tener una postura al respecto. Todos los días hay gente que adopta nacionalidades de otros países”.

Para poder llegar a su DNI, lo primero fue pedir un certificado de nacimiento en la jurisdicción a la que corresponden las Islas Malvinas. Es decir, Tierra del Fuego. La idea de James calzó a la perfección con la política oficial de no desaprovechar ningún resquicio para reclamar por la soberanía argentina. Y James tampoco desaprovechó la oportunidad. Pidió el certificado el 10 de junio, día en que se cumplía un nuevo aniversario de Malvinas. En un trámite súper veloz, la Presidenta se lo entregó ayer.

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