Liberan a Romina Tejerina, la chica condenada por matar a su beba
Cumplió dos tercios de la pena de 14 años. Ayer, en su cumpleaños, dejó el penal de Jujuy.
25/06/12
Al cumplir los dos tercios de la condena, ayer liberaron a Romina Tejerina, la joven que en 2005 había sido sentenciada a 14 años de prisión por haber asesinado de 21 puñaladas a su beba recién nacida. Salió del Penal Alto Comedero acompañada por su hermana, Mirta, y en el día de su cumpleaños, según informó el diario El Tribuno. En mayo de 2009, la justicia jujeña había rechazado por “improcedente” y “carente de sustento” un reclamo realizado por la abogada defensora de Tejerina acerca de que pudiera cumplir en su vivienda la pena.
El caso de Romina estremeció al país. Ocultó su embarazo por vergüenza y a los siete meses de gestación dio a luz a una nena en el baño de su casa. La mató de 21 cuchilladas.
En febrero de 2003 la detuvieron – desde ahí se computa el tiempo en prisión– .
A un mes de estar en la cárcel, denunció haber sido abusada sexualmente por un vecino, 21 años mayor, y que cuando parió “vio en la cara de su hija el rostro del violador”. Su historia reavivó los cuestionamientos sobre la penalización del aborto y la figura de infanticidio, derogada en 1995 y que preveía una pena máxima de tres años de prisión para la madre que matara a su bebé durante el puerperio.
A sus 21 años, el 10 de junio de 2005, los jueces de la Sala II de la Cámara Penal de Jujuy, la condenaron a 14 años de cárcel por “homicidio agravado por el vínculo”. Los magistrados aclararon que mediaron “circunstancias extraordinarias de atenuación”. Romina esquivó así el pedido de la fiscal Liliana Fernández de Montiel que, en su alegato, había solicitado prisión perpetua. Su defensa en cambio pidió la inimputabilidad: intentaron demostrar que Tejerina actuó bajo “emoción violenta”. La sentencia fue luego ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
En tanto Eduardo Vargas, el hombre acusado por la joven de haberla violado, declaró durante el juicio que con la joven mantuvo “una historia sentimental”, que se extendió por un año, y que la relación sexual “fue consentida”. Según Tejerina, la noche del 1° de agosto iba a buscar a su hermana Mirta a un baile cuando la interceptó Vargas y la violó. En ese entonces tenía 17 años y cursaba 5° año del secundario.
Sin embargo, Vargas fue sobreseído por falta de pruebas. Aquel día de junio, minutos después de que Romina fuese condenada, el hombre señaló que “habría estado dispuesto a conocer a la beba en el caso de que fuese suya”. Es que a pesar del pedido de la defensa de Romina, nunca se le practicó la autopsia al cadáver de la beba y tampoco se hicieron los análisis de ADN. Uno de los argumentos en ese momento para rebatir la violación, la dio la fiscal: que la niña “tenía entre 34 y 35 años semanas de gestación”, por lo que la fecha de concepción debería haber sido entre el 4 y el 11 de julio de 2002, y no el 1° de agosto como aseguró Romina. “Si hubiese quedado embaraza de quien quería, no lo habría hecho”, confió Romina a Clarín , un día después de la sentencia. Dijo que se sentía “víctima del violador” y que “jamás planeó el crimen de su hija”.
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