- PorDiego Geddes| dgeddes@clarin.com
Lo que somos, lo que fuimos y lo que podríamos haber sido. Esas tres versiones de la Argentina aparecen en el informe que presentó ayer el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que tiene en cuenta tres variables (salud, educación e ingreso) para medir el bienestar y las condiciones de crecimiento de la población.
El índice de Desarrollo Humano (IDH) de Argentina experimentó un alza del 15 por ciento en los últimos 40 años, al pasar de 0,762 en 1970 a 0,879 en 2010. Sin embargo, el informe concluye que “de haber tenido un crecimiento económico moderado, Argentina podría hoy estar situado entre los países de muy alto desarrollo humano ”. Actualmente está al mismo nivel que otros países como Uruguay, Hungría y Croacia, aunque lejos de otros países como España, Grecia o Israel, que tenían un desarrollo humano similar al de Argentina en 1970.
La salud y la educación se han mostrado más constantes en este período de tiempo con un crecimiento sistemático del 22% y 16% respectivamente. “La Argentina es un país al que le fue relativamente mejor en salud y educación que en el promedio de crecimiento económico ”, dijo en la presentación el economista del PNUD, Rubén Mercado Pero el informe también reconoce que los niveles de la mortalidad materna e infantil y la presencia de enfermedades como la tuberculosis y el hantavirus recuerdan que Argentina no ha dejado atrás los riesgos sanitarios de los países en desarrollo.
Luego de la crisis de 2001, “la Argentina ha experimentado un acelerado crecimiento casi sin precedentes en su historia económica” y dice que entre los mayores desafíos del país se encuentran “consolidar este crecimiento y avanzar conjuntamente en las dimensiones de salud y educación como forma de contribuir a la sustentabilidad del crecimiento”.
Ese desafío también supone estabilizar las desigualdades internas que tiene el país a lo largo de su territorio. Según resaltó Gabriela Catterberg, codirectora del Informe, en comparación con los relevamientos de desarrollo humano realizados por el PNUD en 2002 y 2005, el país mantiene “disparidades notorias a nivel territorial”.
La Ciudad de Buenos Aires y las provincias de la Patagonia son las que más han crecido , mientras que las provincias del noreste y noroeste argentino presentan los índices de desarrollo humano más bajos y la desigualdad más alta.
En estas provincias, según el informe, se cae en un círculo vicioso llamado “trampas de desigualdad”, en donde la mala salud de las personas restringe sus logros educativos; los bajos logros educativos limitan su ingreso, y el bajo ingreso a su vez impide tener una salud adecuada y realizar inversión en una mejor educación.
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