sábado, 5 de febrero de 2011

Mientras le buscan un “retiro digno” a Mubarak, hay purgas en su partido

Tensión en el mundo árabe
06/02/11
El cuestionado líder dejaría el palacio y el poder lo ejercería su vice provisoriamente.

PorPatricio Arana
El Cairo. Enviado Especial


FURIA. LA OPOSICION AL PRESIDENTE EGIPCIO SE MANTUVO AYER EN LA PLAZA EN EL DIA NUMERO 12 DE LA PROTESTA.

La dirección del oficialista Partido Nacional Democrático (PND) –fundado 1978 y dirigido por Hosni Mubarak– presentó ayer su dimisión en bloque, incluso cayó Gamal Mubarak, el hijo del jefe de Estado, que dejó el cargo de presidente del comité político de la formación, lo que Washington consideró un “paso positivo”.

El anuncio lo hizo la televisión estatal quien se encargó de remarcar que el mismo Hosni Mubarak había aceptado las dimisiones. El mismo canal afirmó que el mandatario había renunciado a su cargo en el PND pero luego desmintió la versión, una muestra de los tironeos que en estos momentos se producen en la cúpula del poder de este país.

Pero aunque Estados Unidos lo considere “un paso positivo” en el sentido de los pedidos de la administración Obama para una transición inmediata, esto puede no ser suficiente para la balbuceante oposición ni para la calle.

Mohamed Habib, miembro de la Hermandad Musulmana, la principal formación política de la oposición consideró que estas renuncias eran sólo “ un intento por mejorar la imagen del partido aunque no satisfaga los verdaderos reclamos de la revolución: que caiga el régimen, empezando por la renuncia de Mubarak”. Sin embargo al cierre de esta edición un comunicado de esta organización indicaba que se había iniciado un diálogo con los líderes egipcios.

Se busca una transición ordenada, que aleje a Egipto del fantasma del caos, que estos últimos doce días reinó en lo que era hasta ahora el país más estable del mundo árabe. Se busca también una “salida digna” para Mubarak, como lo evocó el premio Nobel de la Paz –y figura de la oposición Mohamed El-Baradei–, y evitar lo que sucedió en Túnez con Zine El Abidin Ben Ali que partió raudamente de su país sin un destino por la presión de la calle. Ayer versiones de prensa seguían especulando, sobre la base de fuentes oficiales estadounidenses y egipcias, sobre la posibilidad de dejar a Mubarak sin poderes, aunque al frente del país, y de enviarlo a una residencia en Sharm el Sheij a orillas del Mar Rojo o de prolongar más de lo habitual una de las curas médicas a las que se somete el presidente en Alemania cada año.

En este escenario el vicepresidente Omar Suleiman formaría entonces un gobierno de transición e iniciaría un diálogo con la oposición en vista de reformas. Esta sería una salida sin la necesidad de que dimita Mubarak ya que si esto sucediera el poder recaería constitucionalmente en manos del presidente del parlamento. Una salida que no terminaría de convencer a la calle ya que el mismo régimen instaurado por casi 30 años de poder en manos de Mubarak estaría a cargo de reformar la Constitución y de organizar los comicios. Pero a pesar de la insistencia con la que se evocan estos escenarios el presidente egipcio se mostró ayer en la televisión oficial en una reunión de gabinete destinada a relanzar la economía del país, la primera desde el recambio ministerial del 29 de enero. Estaban presentes el primer ministro, Ahmad Chafic –que el viernes había excluido una transición con Suleiman al frente-, el ministro de Petróleo, Sameh Fahmy, el gobernador del Banco Central, Faruk Oqda, y el ministro de Finanzas, Samir Radwan. Este domingo reabrirían los bancos pero la bolsa de El Cairo, que tenía previsto reanudar sus operaciones el lunes permanecerá cerrada.

Para Georges Ishaq, jefe del movimiento de la oposición Kefaya (¡Basta!), esta reunión “es una prueba de que Mubarak se aferra a su cargo y quiere mostrar al pueblo que aún está ahí”.

En tanto, Suleiman encabezó una reunión con miembros de la oposición reunidos en el llamado “comité de sabios”, compuesto por los Hermanos Musulmanes, la Coalición Nacional para el Cambio, encabezada por El-Baradei, el Movimiento 6 de abril, Kefaya, y los partidos liberal Wafd y de izquierda Tagamu, con el objetivo de evaluar opciones sobre cómo organizar elecciones libres y justas. La propuesta de este comité sería la de un recambio de los miembros del Parlamento para que procedan en la dirección de una reforma constitucional que abra el camino hacia la organización de comicios presidenciales.

Diaa Rashwan, experto del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram, y miembro de este “comité de sabios” dijo que todas las formaciones fueron invitadas a la reunión, incluida la Hermandad Musulmana. Añadió que la propuesta del “comité de sabios” se focaliza en la delegación del poder ejecutivo en manos del vicepresidente y que el presidente pase a ocupar un cargo simbólico. Pero según él no todos los partidos y representantes están de acuerdo con que Mubarak siga presente, incluso con una función simbólica. “La verdad es que los jóvenes no aceptan la presencia de Mubarak. Estamos tratando de persuadirlos para que lo acepten y poner fin a la crisis”. Una crisis que está dejando un vacío en el poder en el país más poblado del mundo árabe.

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