lunes, 8 de octubre de 2012

Ladrones de exportación: Los secretos de las bandas de colombianos que roban en edificios

POR NAHUEL GALLOTTA | clarin.com | 30/09/12

En su país los llaman “apartamenteros internacionales”. Llegaron a Buenos Aires hace dos años pero se mueven por distintas ciudades. El Gobierno dice que están detrás de la mayoría de los golpes.


Desbaratada. Una banda de colombianos detenida el domingo 9 de septiembre en Belgrano, cuando robaba en un edificio. /archivo clarin


Daniel tiene que hablar en voz alta para hacerse escuchar. De fondo suena bachata, un género musical dominicano que fusiona varios ritmos caribeños. “¿Ves? Aquellos que están en la mesa y hablan con el DJ son ‘apartamenteros’; vinieron hace poco. También estos dos que van a pasar ahora por acá: el morrudo, pelado, de campera Dolce & Gabbana y el de botas, pantalón blanco y remera Armani. Son buenos escaladores”, le indica Daniel aClarín .
Daniel conoce bien a los que señala. Antes y después de su última condena por robo, siempre anduvo con colombianos. Tanto en libertad como en la cárcel de Ezeiza.
Son las dos de la mañana de un día de semana en un sitio al que Clarín puede acceder pero no nombrar. Apenas lo puede describir : tiene una barra de tragos a metros de la entrada; su caja está pintada con los colores de un país latinoamericano y una camarera que se la pasa bailando sola. Cruzando la pequeña pista hay una cabina con un DJ que también hace de animador. Aunque sin grandes pretensiones, el lugar tiene su VIP con sillones de cuero rojo. En una de las paredes, un reflector muestra videoclips.
Para ir al baño hay que subir por la escalera de la esquina. Casi nadie fuma. Cada tanto, el DJ alterna su set de bachatas con reggaetón y cumbia. Puede parecer un baile como el resto, pero no lo es.
Aquí se gasta buena parte del dinero que se roba de departamentos porteños . Este es el lugar elegido por los asaltantes de origen colombiano que delinquen en Argentina y que hicieron de este tipo de robos, su especialidad .
Hace dos semanas, el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, los señaló como autores de la mayoría de los golpes. “En los últimos tres meses detuvimos a 40 extranjeros, de nacionalidad colombiana , que se dedicaban a robar edificios. La ley de migracionesno nos permite deportar.
Uno de los últimos extranjeros que detuvimos lo apresamos 10 veces en el último año y medio”, dijo.
En Colombia, a este tipo de ladrones los llaman “apartamenteros internacionales” . Viajan por el mundo haciendo lo mismo desde hace años.
Sus primeros golpes los dieron en los años 60 en Nueva York. Según cuentan fuentes de ese país, comenzaron a elegir Buenos Aires hace aproximadamente dos años . Se movían por Congreso, Monserrat y Balvanera. Pero ahora que están en la mira de la Policía, prefieren vivir en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Y no se mueven juntos. Andan solos o de a dos porque saben que si son más de tres la Policía los va a considerar sospechosos.
Leonel cuenta que una noche como hoy estaría en la pieza que alquilaba en un hotel familiar, pensando qué ropa ponerse para ir al baile en el que se encontraba con todos los “paisanitos” que andan por Argentina. Pero no, no puede. Desde un pabellón del penal de Devoto se comunica con Clarín por teléfono. Está ansioso. Es uno de los 132 colombianos detenidos en cárceles federales (que en 2010 sólo sumaban una treintena de presos de esta nacionalidad). Ya cumplió la mitad de la pena por tráfico de drogas y, como todo extranjero, se irá expulsado del país.
“La mayoría de los ‘apartamenteros’ que ‘trabajan’ en Argentina estuvo llegando de tres barrios del centro de Bogotá” , detalla Leonel. “Vienen porque allá robar buen dinero es meterse en problemas con los ‘paisanos’. Hay mucho mafioso, familiar de mafioso o amigo de mafioso. Y no vale la pena”, explica. Es que podrían meterse en el departamento equivocado y sufrir algún tipo de represalia.
El detenido cuenta entonces cómo nace y se desarrolla un buen “apartamentero” global. Y explica que comienzan asaltando a los comerciantes de su zona. El paso siguiente es entrar a algunos departamentos de Colombia “bien estudiados” y, recién, después y con la aprobación de un jefe , pueden viajar al extranjero.
“Es una carrera” , aclara Leonel.
Para venir a Argentina o ir a otra parte del mundo hay que tener experiencia en el rubro . Las opciones son Estados Unidos (Nueva York, principalmente), Austria, México, España e Italia, entre otras. La gran mayoría de “apartamenteros internacionales” es de Cali y Bogotá.
No usan armas para robar ; pero sí las tienen guardadas en sus casas.
Las bachatas siguen sonando. De Romeo Santos, de J. Romarz, de Prince Royce, alguna vieja del Grupo Aventura. El ambiente es tranquilo, quizá demasiado. Los colombianos bailan bien pegados a sus mujeres. La mayoría bebe ron. Daniel, que es argentino, toma la jarra de litro de cerveza y se sirve en un vaso de plástico. “Cuando un argentino cruza a un colombiano en la cárcel, lo primero que hace es apretarlo . Lo lleva al teléfono, lo hace llamar a su país y le exige dinero a cambio de seguridad”, apunta. Eso ocurre apenas ingresa. Luego lo llevan a pabellones para extranjeros, donde estará más tranquilo. La mayor cantidad de colombianos detenidos está en Planta 1, pabellón 4 de la Unidad de Devoto. En Ezeiza les toca el módulo 5.
En la cárcel, por consejo de los abogados, para evitar estas extorsiones todos los colombianos dicen que cayeron por robar edificios, aunque sea mentira. “Es un perfil muy distinto al del argentino que se dedica a lo mismo”, aclara Daniel. “Fuman marihuana pero toman muy poca cocaína y no le dan tanta importancia a las zapatillas. No los vas a ver aparentando como el argentino, que se compra las Nike más caras”.
“Pero somos de pelear entre nosotros”, aclara Leonel, desde Devoto.
“Los problemas surgen por los ‘iniciadores’ . Porque ellos trabajan con varias bandas. Y a veces son traicioneros. Los problemas de la calle se resuelven en la cárcel”. Los iniciadores son los que marcan los objetivos, consiguen las llaves y luego venden los datos a otros ladrones para que entren a robar cuando no hay nadie (ver aparte).
Maicol está de paso por Argentina. Come con ganas un bife de chorizo con papas fritas. Cuando se publique esta investigación ya estará de regreso en Bogotá. El vive en uno de esos tres barrios de Bogotá que Leonel marcó como origen de los “apartamenteros”. “Hay un ‘jefe’ colombiano en cada lugar, que aprueba, o no, quién puede viajar desde Colombia”, cuenta. “Los ‘paisanitos’ te dicen: ‘Compañerito, me voy tres meses a Buenos Aires y vuelvo’; ó ‘me voy seis meses a Nueva York’. En Nueva York fue donde más dinero hicieron ”, asegura.
El barman hace malabares con las botellas de licor. Ya son más de las cinco. Las bachatas más bailadas siguen siendo las de Romeo Santos. La camarera ya casi que no tiene trabajo. Baila pegada a las mesas del VIP. El animador no para de saludar a un grupo que está festejando un cumpleaños.
Maicol dice que el dinero de los departamentos está ahí, aquí, en lo que consumen. Que el colombiano joven que roba lo hace para salir y “gastarlo en rumba”. Viven al día y, de noche, la disfrutan en el lugar donde suena bachata, bien pegaditos a sus mujeres, tomando cerveza y ron.

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