domingo, 8 de mayo de 2011

NASA comprueba teoría de la relatividad de Einstein


MÉXICO, D.F., mayo 5 (EL UNIVERSAL).- La misión Gravity Probe B (GP-B) de la Agencia Espacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) comprobó dos predicciones de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.

Luego de 50 años de haberse concebido el experimento, la nave que costó 760 millones de dólares, demostró que la gravedad se produce cuando la masa curva el espacio y el tiempo, denominado el efecto geodésico, así como el efecto de torsión por arrastre que indica la torsión que se produce en el espacio-tiempo debido a la rotación de los cuerpos.

"GP-B determinó ambos efectos con una precisión que no se esperaba al apuntar a la estrella IM Pegasi, mientras orbitaba a la Tierra. Si la gravedad no afectara al espacio y al tiempo, los giroscopios del GP-B se hubieran dirigido a la misma dirección sin importar en que sitio de la órbita se encontrara. Pero se confirmaron las teorías de Einstein, los giroscopios lograron medir los cambios en la dirección de su rotación mientras la gravedad de la Tierra los empujaba", publicó en su portal la NASA.

"Imaginen a la Tierra como si estuviera inmersa en miel. Conforme el planeta rota, la miel alrededor de él se arremolinaría, esto es lo mismo que pasa con el espacio y el tiempo. El GP-B confirmó dos de las más importantes predicciones que hizo Einstein sobre el Universo e impactarán en la investigación futura de la astrofísica, de la misma forma como ha aportado a la ciencia las innovaciones tecnológicas detrás de la misión que van de la tecnología GPS a la mejora de los aparatos de satélites terrestres", dijo Francis Everitt, investigador principal del proyecto GP-B de la Universidad de Stanford.

¿Cómo lo logró?

El Gravity Probe B cuenta con cuatro giroscopios. Un giroscopio es una rueda o una parte mecánica de un aparato circular que gira en torno a un eje que pasa por su centro y que, una vez iniciado el movimiento, tiende a resistir los cambios en su orientación.

Los giroscopios del GP-B seguían el movimiento de la Tierra, a la vez que comparaban la alineación de sus ejes de rotación con la dirección a la estrella IM Pegasi, que servía de referencia.

Cuando la sonda se encontró en la órbita polar ocurrió el efecto geodésico pues se movieron dos ejes de norte al sur, así como el efecto de torsión al moverse de este a oeste.

Los giroscopios giran a cinco mil revoluciones por minuto y están construidos por cuarzo. Su tamaño es el de pelotas de ping pong cubiertas con superconductores de niobio para producir un campo magnético a lo largo de sus ejes.

Sin embargo, existen imperfecciones electrostáticas en los giroscopios, a pesar de la perfección esférica de éstos, por lo que los científicos pasaron cinco años en hacer los ajustes necesarios para obtener los datos que buscaban, publicó la revista científica Science.

Debido a esto, algunos científicos desconfían de que las correcciones se hayan hecho apropiadamente, pues lo consideran como un error sistemático que afecta por completo al experimento.

Los resultados del GP-B se publicaran en la edición online del Journal Physical Review Letters.

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