lunes, 17 de octubre de 2011


Cárteles mexicanos compiten por ser los más violentos

  • Martín Rosales Magaña, alias "El Terry", es escoltado por policías federales tras ser arrestado, en la ciudad de México, el miércoles 5 de octubre de 2011. Rosales es presunto integrante del cártel de La Familia. La violencia de los cárteles mexicanos ha empeorado en los últimos cinco años. (Foto AP/Leonardo Casas)

    Martín Rosales Magaña, alias "El Terry", es escoltado por policías federales tras …

  • Unos niños llegan a una escuela resguardada por la policía en la ciudad costera de Acapulco, México, el lunes 3 de octubre de 2011. La violencia de los cárteles mexicanos ha empeorado en los últimos cinco años. (Foto AP/Bernandino Hernández)

    Unos niños llegan a una escuela resguardada por la policía en la ciudad costera de …

CIUDAD DE MEXICO (AP) — Hombres enmascarados tiran los cuerpos de 35 personas asesinadas en plena hora pico mientras conductores aterrorizados observan y avisan por Twitter a sus amigos para que eviten esa avenida.

El cuerpo de una mujer decapitada es abandonado en un monumento a Colón de una ciudad, la cabeza puesta sobre un teclado con un letrero que dice que fue asesinada por escribir en internet sobre los narcotraficantes.

Las cabezas cercenadas de cinco hombres son tiradas afuera de una escuela privada en Acapulco y dos más cerca de una base militar días después en la Ciudad de México.

Y eso fue sólo en las últimas dos semanas.

Los brutales asesinatos en público que comenzaron hace casi cinco años han empeorado mientras los cárteles mexicanos de la droga intentan igualar lo que hace el otro en su búsqueda por amedrentar a rivales, autoridades y posibles informantes, y para seguir impactando a los mexicanos cada vez más acostumbrados a los sangrientos espectáculos.

"Estos grupos criminales han seguido escalando porque quieren el valor del impacto, pero éste se desgasta", opinó Clark McCauley, profesor de psicología en el Bryn Mawr College en Pennsylvania, y experto en terrorismo.

"Ahora para conseguir un encabezado en los periódicos debes conseguir más cabezas o más cuerpos, o hacer algo más terrorífico".

Los narcotraficantes latinoamericanos han utilizado durante mucho tiempo los espeluznantes asesinatos y tácticas de tortura. En el apogeo de su poder en la década de 1990, el cártel de Juárez solía cortar los dedos de los soplones y se los metía por la garganta, una práctica que otros cárteles siguieron pronto.

El actual espectáculo de violencia comenzó en abril de 2006 cuando dos policías fueron decapitados; sus cabezas ensangrentadas fueron abandonadas en la ciudad de Acapulco donde cuatro presuntos integrantes del cártel de los Zetas murieron en una balacera contra la policía. Junto a las cabezas había un letrero que advertía "Para que aprendan a respetar".

Los Zetas son una banda de narcotraficantes y sicarios encabezados por los remanentes de una unidad de élite del ejército, que durante muchos años trabajaron para el cártel del Golfo como asesinos a sueldo.

Cinco meses después, el cártel de La Familia hizo rodar cinco cabezas humanas que presuntamente pertenecían a Zetas en la discoteca de un poblado del estado de Michoacán. Una nota adjunta decía, "La Familia no mata por dinero, no mata mujeres, no mata a inocentes, sólo a aquellos que deben morir", en aparente venganza advirtiendo al grupo particularmente violento.

Desde entonces, los narcotraficantes han adoptado tácticas más horripilantes. Han atado a víctimas en pasos elevados y les disparan hasta matarlos en plena hora pico ante la vista de espantados conductores.

Algunos han decapitado a personas vivas y luego colocado los videos en internet.

"En términos de la crueldad, es la Zetanización, del país porque los Zetas fueron los primeros en introducir estas espantosas tácticas en México", dijo George W. Grayson, experto en temas de México en el College of William and Mary en Williamsburg, Virginia. Grayson ha escrito varios libros sobre la rápida expansión del cártel de las drogas.

El lunes, la policía en la capital encontró dos cabezas en una calle cerca de una base militar importante con un mensaje que hacía referencia al grupo criminal "La Mano con Ojos". Los conductores llamaron a las autoridades después de encontrar una de las cabezas sobre el capó de un vehículo deportivo utilitario.

"Si quieres tener reputación de cártel, debes demostrar que puedes realizar cualquier acto, en cualquier momento e ir tan lejos como tu enemigo", dijo Grayson.

El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ha dicho que los narcotraficantes copiaron la táctica de terror utilizada por al-Qaida en Irak después de que la red terrorista colocó videos en internet de las decapitaciones de estadounidenses. Agregó que los cárteles están utilizando los métodos de al-Qaida para presionar a los gobiernos a detener la lucha contra el crimen organizado, la cual ha fracturado a muchas de las bandas.

Las autoridades también han dicho que en 2005, los Zetas comenzaron a enrolar a kaibiles, ex integrantes de una unidad de contrainsurgencia élite de Guatemala, para entrenar a sus nuevos reclutas.

Los kaibiles eran conocidos por las masacres cometidas durante la guerra civil en Guatemala que terminó a mediados de los años 90.

Muy pocos de los asesinatos resultan en arrestos o sentencias, es por eso que el único elemento disuasorio es un acto de venganza por parte de otro grupo criminal organizado.

A cinco años de que fueron degollados los dos policías en Acapulco, las decapitaciones se han vuelto sucesos prácticamente semanales y una táctica de terror primordial.

La práctica data de al menos hace 2.000 años, dijo la doctora Michelle Bonogofsky, una bioarqueóloga que editó dos libros sobre el significado de la cabeza humana en diferentes culturas, desde la recolección de cráneos a las decapitaciones.

"Una de las peores cosas que le puedes hacer al cuerpo, en algunos casos, es separarlo o desmembrarlo e históricamente esto ha sido utilizado por reyes y diferentes grupos religiosos para establecer control", explica Bonogofsky. "Esto puede estar relacionado con la creencia religiosa de que necesitamos el cuerpo intacto para ser resucitados".

Los habitantes de algunas ciudades atrapados en los sangrientos combates ya se están adaptando a vivir con la violencia, opinó el doctor Oscar Galicia, profesor de psicología especializado en el comportamiento violento de la Universidad Iberoamericana en México.

En la ciudad de Monterrey, al norte, donde los Zetas están luchando contra el cártel del Golfo, muchas personas no salen de noche en algunos barrios, evitan los centros nocturnos y bares y han añadido cerraduras extra en las puertas de su hogar.

"Lo que la gente está haciendo en Monterrey es adaptarse", agrega.

Lo más preocupante es que la prolongada violencia está creando una sensación de impotencia entre los mexicanos, quienes se están volviendo más insensibles a lo que está sucediendo, dijo Galicia.

"Ahora si no son 20 cadáveres, no recibe nuestra atención y eso es terrible y realmente peligroso para nuestra sociedad porque nos estamos volviendo igual de insensibles que los criminales", concluye.

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