domingo, 12 de agosto de 2012

El increíble caso de “Poxi”, el preso que se sigue fugando de la cárcel

POR SERGIO DIMA

Era la mano de derecha del ladrón “Sopapita” Merlo. Se escapó dos veces en cuatro años, con papeles “truchos”.
06/08/12 clarin.com
En los 90 se hizo conocido por ser el lugarteniente del famoso asaltante Néstor “Sopapita” Merlo. Luego cayó en el anonimato por un tiempo, pero ahora volvió con todo: Gustavo “Poxi” Maciel Villaverde (42) acaba de protagonizar una espectacular fuga de prisión, con cómplices disfrazados de guardiacárceles que falsificaron papeles para llevárselo de un penal sin disparar un solo tiro . Y lo más impactante es que fue su segunda evasión en cuatro años.
La primera fuga había sido en 2008, cuando “Poxi” – apodo heredado de una temprana adicción a aspirar pegamento – estaba alojado en la Unidad 9 de La Plata, a la espera de un juicio oral por un hecho ocurrido el 1° de mayo de 2006 en Villa Tesei, Hurlingham. Aquel día, él y otros tres ladrones asaltaron a un matrimonio. Cuando escapaban, se tirotearon con la Policía. “Poxi” recibió un tiro en una pierna y cayó preso junto a sus cómplices . El 8 junio de 2009, uno de ellos, Julio “El Tuerto” Madera, fue condenado a perpetua. Pero para entonces Villaverde ya había huido de prisión y estaba prófugo.
Es que, el viernes 18 de julio de 2008, un hombre vestido con uniforme de agente penitenciario se presentó en la Unidad 9 con un oficio firmado por la secretaria del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Morón. Allí se consignaba que Villaverde había sido absuelto y debía ser liberado. Fue así como “Poxi” salió caminando del penal sin que nadie se le cuestionara nada . Lo único que hizo dudar a los agentes fue que la orden estaba firmada por una sec retaria y no por el mismo juez. Según dirían luego, intentaron comunicarse con el tribunal pero no lo lograron.
Una semana más tarde, el 25 de julio de 2008, estallaba el escándalo. Fue cuando el TOC N° 3 de Morón recibió el oficio de la excarcelación de Villaverde para que se adjuntara al expediente. Al ver el escrito, la secretaria del tribunal reaccionó: ella no había firmado ni ordenado nada. El agente, la orden y la firma eran falsos.
Villaverde quedó prófugo, con una nueva orden de captura sumada a su larguísimo prontuario: “Poxi” venía sumando arrestos desde 1988. En octubre de 1998 había sido condenado a 16 años de cárcel. Lo liberaron el 17 de setiembre de 2004 y volvió a caer en 2006, con el asalto en Villa Tesei.
El ex lugarteniente de “Sopapita” se mantuvo prófugo durante más de tres años. En diciembre de 2011 fue detenido en Bella Vista tras protagonizar un violento robo que terminó a los tiros. Fue alojado en la Unidad 30, de General Alvear. Pero cada dos meses era llevado a la Unidad 41, de Campana, para recibir visitas de su familia. Allí estaba el 10 de junio último cuando volvió a fugarse; ahora, con un golpe aún más cinematográfico .
Este segundo capítulo del escándalo explotó el 27 de junio. Fue cuandola Justicia se enteró, con 17 días de demora, de que “Poxi” había logrado escapar otra vez.
La secretaria del TOC N° 3 de Morón lo requería para una rueda de reconocimiento. Pero pronto descubrió que nadie sabía dónde estaba Villaverde. Tuvo que hacer una recorrida telefónica por varias cárceles preguntando por él hasta que, desde el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), no tuvieron otra posibilidad que decirle que no aparecía.
Según le dijeron, el 9 de junio (día previo a la fuga), en el penal de Campana recibieron un llamado: querían saber si Villaverde estaba ahí porque tenían que llevarlo a una rueda de presos en San Martín. Cerca de las 2 de la madrugada del 10 (en un cambio de guardia) llegaronhombres vestidos como penitenciarios con la orden de traslado de Villaverde. Todo parecía en regla.
Lo subieron a una camioneta Chevrolet LUV (blanca y ploteada como si fuera del SPB) y se lo llevaron. Pero todo era falso.
“Se movieron muy bien, manejaban el código de los penitenciarios. Se hacían los apurados.
La guardia les entregó a Villaverde e incluso estos tipos le dieron algún golpecito, como enojados, diciendo: ‘ Por culpa tuya tenemos que andar laburando a esta hora’ ”, le dijo una fuente del caso a Clarín.
Por eso creen que los falsos penitenciarios eran ex reclusos.
Desde el SPB no hablaron con Clarín . De manera extraoficial, un vocero apenas dijo que hubo una confusión entre los penales .

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